La mejor parte
¿Te has preguntado por qué te hace tan feliz estar bien con tu pareja y te hace tan infeliz cuando se pelean? ¿Por qué son tan profundas las fibras que se tocan en una relación?
Este fin de semana mi esposo y yo tuvimos el privilegio de participar como coaches en un Taller de matrimonios. Éramos en total 24 matrimonios. 11 en nuestro grupo. Y me llamó mucho la atención una frase que escuche a uno de los esposos: “perderme este taller no hubiera sido perderme el taller, sino perderme a mi esposa, ¡ha sido tanto lo que he ganado!”.
La mayoría de los agradecimientos y conclusiones de las parejas no eran sobre el curso, sino sobre su esposo/a o su relación.
A veces tenemos la idea de que las relaciones se mueven solas, o que basta cultivar a la plantita del amor de vez en cuando con algún detalle y tendríamos que estar bien…. Y si, quizá con eso basta para estar bien, claro, con sus altas y bajas, con las dificultades normales de cualquier pareja… ¿no? Pero a veces creemos que tener continuas dificultades o “bajas” es normal.
He preguntado a varios grupos de mujeres si asistirían a talleres para mejorar su comunicación de pareja o para aprender nuevas cosas acerca de las relaciones matrimoniales, y la respuesta muchas veces ha sido: “claro que iría, si lo necesitara”
Y me hace pensar que así vamos por la vida, acomodados en nuestra zona de confort, abrumados quizá con nuestra rutina y nuestras responsabilidades, sin la paz, la paciencia o la calma para buscar nuevas herramientas para nuestro trabajo, para la crianza y educación de nuestros hijos o para una relación de pareja más plena. Y luego nos sorprende que en nuestro puesto pusieron a alguien sin experiencia, o que un día llegó el esposo o la esposa y dijo: me cansé de esta relación…. O que nuestro hijo salió drogadicto o muy malo para el trabajo.
Piensen en esto:
Si no podemos dejar al azar nuestro crecimiento profesional, si debemos estar a la vanguardia, capacitándonos y actualizándonos ¿Por qué si dejamos al azar cosas mucho más importantes para nuestra vida?
¿Por qué si el bienestar de nosotros mismos y de nuestros hijos depende de nuestra estabilidad emocional con nuestra pareja, no tomamos acciones más eficaces para lograrlo?
Como conclusión este pequeño artículo te hago las siguientes recomendaciones:
- Nunca te conformes con una relación simplemente buena, esfuérzate por que sea una relación feliz.
- No pienses que las cosas suceden, somos nosotros los que hacemos que sucedan, para bien y para mal. Busca lo que debes de poner para bien y lo que debes de evitar.
- Conoce lo que el mercado ofrece para crecer y mejorar tu relación: Libros, cursos, talleres, platicas, páginas, grupos. Y busca lo que sea a tu medida.
- Si en tu relación te sientes desmotivado, desilusionado, resignado y ya intentaste todo, busca ayuda.
El éxito de una relación no está en lo que haces en ella, ni siquiera en lo que el otro hace por ti o para ti, está en lo que eres, y en lo que el otro Es para ti. A veces nuestro problema es que ya no nos gusta en lo que nos convertimos. Pero para volver a ser o descubrirse como pareja en lo que son cada uno para el otro y a veces es necesario dejar de hacer y darse un espacio juntos. En la vida de pareja esa es la mejor parte.